El viejo Feliciano Tamayo está feliz; apenas puede articular palabras, pero el brillo acentuado en sus ojos pequeños y la sonrisa amplia delatan satisfacción. Desde este sábado 25 de mayo, es el propietario de uno de los apartamentos del edificio 53, recién construido en el reparto Villa Nueva 3, en la ciudad de Holguín, tesoro por el que esperó varios años, luego que el huracán Ike le derribara la casa donde vivía en La Aduana.

Roberto Batista Pérez respondió con un llanto desconsolado cuando los periodistas inquirieron sobre su parecer por la vivienda que acababa de recibir. A él también un fenómeno meteorológico le arrebató hasta los taburetes de la casa donde vivía en el Lindero de Sao Arriba.

Su esposa, Maura González, dijo que cuando le dieron la noticia lloró, rió, le subió la presión arterial… “Es la felicidad más grande que nos han dado, es como devolverle a uno la vida luego de haberlo perdido todo”.

Expresiones similares manifestaron las familias, 10 en total, que recibieron nuevos apartamentos en el reparto que se erige como modelo de urbanización, al contar ya con una infraestructura que les facilita la vida a sus moradores, como viales, redes hidráulicas y sanitarias, iluminación exterior, bodegas, farmacia, sucursal del Banco Popular de Ahorro…

Rosa María Ráez, miembro del Buró del Partido Comunista de Cuba en la provincia, Julio Caballero Terrero, primer secretario de esa organización política en el municipio de Holguín y Ricardo Suárez, presidente de la Asamblea del Poder Popular en este territorio, participaron del emotivo momento y entregaron a cada familia la propiedad de sus viviendas.

María Teresa Cruz, directora del Instituto de la Vivienda en la provincia, explicó que en este asentamiento urbano se han construido un total de mil 230 apartamentos, habitados en su mayoría, y para concluirlo están pendientes sólo dos edificios de 10 apartamentos cada uno y que se continúa la urbanización del lugar.

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