Los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), constituyen una arteria de la Revolución, y es cierto a través de su extraordinaria masividad y al llamado de Fidel Castro Ruz aquel histórico 28 de Septiembre de 1960, no solamente con su creación se aplastó la gusanera interna y externa, el pueblo se organizó en cada manzana y en cada cuadra para defender la Revolución.
El líder histórico Fidel señalaba que en lo adelante sería más difícil y fue cierto ha sido muy difícil, el imperio nos impuso el bloqueo económico-comercial y financiero y vendrían más tarde los ataques mercenarios a nuestros aeropuertos y a Playa Girón, acción que como todos conocemos, finalizó tras el fracaso en tan solo 72 horas, constituyendo así la primera y gran derrota del imperialismo yanqui en América Latina.
En los primeros años de creados los CDR contribuyeron en la campaña de alfabetización, vacunación contra la poliomielitis, en los censos de población y vivienda, la guardia revolucionaria, la lucha contra el delito, en las donaciones de sangre, el apoyo al referendo constitucional y a los trabajos voluntarios en la agricultura, entre otras actividades.
A 63 años de creados los CDR hoy también son muy necesarios para defender la Revolución y seguro de su continuidad, se celebrará a entre los días del 26 al 28 del presente mes el décimo Congreso cederista donde se trazaran pautas para fortalecer el trabajo en la base y el país. Nuestra provincia estará representada en esta cita por 35 delegados y 4 invitados.
Con esfuerzos, unidad, y sentido de pertenencia a la organización cederista continuaremos venciendo las dificultades para no dejarnos vencer por el imperio yanqui, NUNCA.
Hoy día, ante las circunstancias del presente, la mayor organización de masas del país deben luchar por tener un barrio donde la población combata con inteligencia y firmeza las corrientes contrarias a sus intereses revolucionarios; donde se persuada, argumente, enseñe, donde se neutralice al enemigo común, un barrio que brille por su unidad patriótica.
Es que se quiere un CDR donde se propicie un clima de debate comunitario, que promueva la reflexión, para que el vecino sienta seguridad, que se escuchen con respeto las opiniones; se quiere un CDR donde se sume y una a todos, donde se busque lo particular y positivo de cada persona, donde se fortalezca el optimismo, un CDR capaz de salir de las dificultades y en el que predomine la Unidad de Acción y la participación popular.
Un Comité donde estén ocupadas todos los espacios, donde no se olvide el cumpleaños de un vecino, no se pase por alto el mérito ganado por un conciudadano, donde el nacimiento de un niño sea un acontecimiento común, donde se estimule la iniciativa, en el cual marchemos al ritmo de los acontecimientos, y se coordine las acciones de beneficio social, como barrio de Unidad Solidaria.
Un CDR con disciplina social, donde se enaltezcan los valores morales, se robustezcan las costumbres y tradiciones, donde se proteja al niño y al abuelo, al impedido físico, donde se reconozca al que trabaja, allí donde valga la pena fomentar un hogar porque se ha logrado la Unidad de los Vecinos.
Un barrio- en fin-, donde las organizaciones revolucionarias dosifiquen sus acciones, conjuguen sus actividades y cohesionen su trabajo, donde se respete el necesario espacio individual y familiar, donde los líderes naturales se sumen al activismo, un CDR de ahorradores de agua, de electricidad, luchador por la limpieza y la salud; será en toda la extensión de la palabra, un CDR, donde todos participen.
Donde nadie se recueste a otros y donde todos actuemos de Corazón a Corazón.
Un CDR de gente solidaria y Franca, despejado de todo tipo de miserias humanas, de divisiones, ejemplar, y laborioso junto a Fidel, Raúl, Díaz-Canel, y el Socialismo.