Como profesor uno de sus aventajados alumnos: Hoy Fidel Castro duermen tranquilo, sosegado. Sabe que el mando de la nave de su Cuba está en manos de su alumno Miguel Díaz-Canel que tiene la virtud en saber cerrar filas en la defensa de la patria que le confiaron, quien –seguro- le será fiel siempre, Comandante.
Como discípulo el Gran Maestro:
Fidel hizo realidad los sueños del apóstol José Martí, por ello ha sido su mejor discípulo.
Del decir de Miguel Díaz-Canel
"Como mejor discípulo de José Martí, Fidel aprendió e integró a su conducta cotidiana la máxima de que el mejor modo de decir, es hacer, y así sobrevivió a su obra, pensó, organizó la Revolución, la encabezó, luchó, triunfó, le entregó la dignidad al país...
De su pueblo agradecido que lo adora:
Todos tenemos un Fidel particular a quien agradecer: el Fidel que nos educó en que siempre resta algo por decir; el Fidel que nos enseñó a no pedirle permiso a nadie para ser revolucionarios; el Fidel que nos inculcó que el derecho humano más legítimo, es el de soñar y no faltarle a los humildes de la tierra.
De la sabia y valentía de su pensamiento
EL Fidel hombre de pensamiento profundo: “Mucho hemos hablado de nuestra profesión de fe revolucionaria y hemos aclamado nuestro respaldo a la idea justiciera que la Revolución encierra pero todavía no estamos poniendo en práctica nuestro verdadero esfuerzo que la Revolución reclama.
La satisfacción humana:
Recordar a Fidel es mucho más. Es apropiarse de sus ideas y convertirlas en realidad, es adueñarse de su ejemplo y actuar como él, es continuar la obra que él inició y dirigió.
Lo que modestamente este autor hizo público sobre Fidel:
¡No te olvidaremos jamás Fidel!
En el orden personal soy, lo que soy, por usted. Mis hijos llegaron a la universidad; tenemos salud, educación, cultura, deporte, seguridad social, tranquilidad ciudadana, gracias a usted padre amado.
Comandante siempre le seré fiel, gracias, sin usted, la inmensa mayoría de los cubanos no fuéramos nadie en esta vida.
La obra libertaria que iniciaste Fidel, un primero de enero de 1959, la defenderemos hasta con nuestras propias vidas, sí fuese necesario.
Porque somos Fidel y Raúl, hoy somos Díaz-Canel.
Fidel: Profesor y discípulo
- Por Ventura Carballido Pupo
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