La comunidad costera de Boca de Samá es un lugar paradisíaco, impresionante por su belleza, al que se llega venciendo unos 70 kilómetros hacia el Norte de Holguín, pasando por Guardalavaca; y después de una pequeña elevación, se va mostrando el pequeño caserío, escoltado por el anchuroso mar, que penetra ese terruño perteneciente al municipio de Banes.
Pero a los casi 70 habitantes del lugar, orgullosos de la armonía, apacibilidad, laboriosidad y el amor que comparten, les resulta imposible olvidar la tristísima experiencia vivida hace 50 años, cuando el 12 de octubre de 1971 terroristas de la organización anticubana Alpha-66 irrumpieron en el lugar, asesinaron a dos combatientes del Ministerio del Interior y lesionaron a otras cuatro personas, dos de las cuales eran pequeñas niñas, cargadas de sueños y esperanzas.
El tiempo ha pasado, y cuando pienso en aquellas horas de terror que vivió nuestra pequeña comunidad de pescadores, me parece una pesadilla, pero no puedo borrar de mi memoria los disparos a quemarropa contra mis compañeros combatientes Ramón Arturo Siam Portelles y Lidio Rivaflecha Galán, caídos mortalmente en el enfrentamiento, durante el cual recibí cinco impactos de balas en mis piernas¨, me comentó, con la tristeza reflejada en el rostro, el entonces combatiente de las Tropas Guardafronteras (TGF) Carlos (Chino) Escalante Gómez.
El acto perpetrado contra Boca de Samá fue preparado y realizado por integrantes de la organización terrorista Alpha-66, cumpliendo con el denominado ´Plan Torriente´, con fines propagandísticos y para recaudar millonarios fondos, que originaron serias disputas entre los ambiciosos asociados.
El Chino Escalante aún se entristece cuando piensa en la pérdida de los jóvenes combatientes Lidio y Ramón, de 32 y 24 años, respectivamente. Me mostró la pierna donde recibió los impactos de proyectiles que también pudieron quitarle la vida; y cómo los disparos hechos por los terroristas mientras se retiraban en precipitada para retomar sus dos lanchas, hirieron a los vecinos del lugar, Jesús Igarza Osorio y las pequeñas hermanas Nancy (perdió un pie) y Ángela Pavón, de 15 y 13 años, respectivamente, y cuyo padre era auxiliar de las TGF.
Como parte de aquella historia que marcó para siempre a los pobladores de Boca de Samá, Escalante, quien entonces era jefe del puesto fronterizo; ahora con 76 años de edad, se ha convertido en un excelente comunicador, gracias a cuya cualidad, los visitantes pueden obtener información cabal y veraz de lo sucedido 50 años atrás. Él recuerda muchos otros detalles de la historia del lugar, como aquel dos de agosto de 1986 cuando sostuvo un intercambio de dos horas y 15 minutos con el General de Ejército Raúl Castro Ruz.
Un pequeño museo atesora toda la información sobre la historia local, y a la entrada del caserío se construyó un monumento contra el terrorismo que rememora simbólicamente lo sucedido el 12 de octubre de 1971. Sobre el tema, agregó Escalante la activa participación de los pobladores en la batalla por la liberación de los Cinco antiterroristas cubanos y los encuentros celebrados en el lugar con prestigiosos activistas, personalidades internacionales y familiares de Los Cinco.
Mientras interactuaba con Escalante y los visitantes, se nos acercó un vecino del lugar, que trabaja en el museo de historia local. Se nombra Jesús González Pérez, quien con apenas siete años de edad, vivió las secuelas del ataque terrorista que enlutó al vecindario y aseveró: ¨Aquí dormimos con los ojos abiertos, porque desde entonces aprendimos a multiplicar la vigilancia revolucionaria para que sucesos criminales como aquellos, no se repitan jamás¨.
En el contexto de la Jornada ´Tenemos Memoria, Solidaridad contra el bloqueo y el Terrorismo de Estado´, y como parte de los preparativos del acto que tendrá lugar esta mañana en el poblado, acompañé a los Tte. Coronel Idalberto Pérez Peña e Iván Fundora Ochoa, del Destacamento de las TGF Oriente Norte; Jorge Luis Cruz Guerrero, oficial de exploración operativa de dichas tropas; y Yurima Quevedo Rodríguez, del Secretariado provincial de los CDR.
Durante la conmemoración será abanderado un Destacamento Popular de Respuesta Rápida, además del Destacamento Mirando al Mar que desde hace años ha enfrentado diversas ilegalidades que se cometían en ese litoral costero, incluyendo el recalo de drogas.
La razón asiste a Escalante y Jesús, porque Boca de Samá es un sitio que permanece con la guardia en alto, junto a sus organizaciones de masas y el puesto fronterizo desde el cual nada escapa a la mirada de los combatientes.
¿Y las familias, cómo desarrollan sus vidas?, pregunté a Escalante, quien refirió que existe mucha unidad y armonía en todos los sentidos, por cuya razón no ha existido ni un solo caso de contagio de la Covid-19 y lo único que no han podido vencer es la escasez de algunos recursos materiales, comenzando por los alimentarios.
Pero demostrado está que hay amor hasta para compartir, aseveró Belkis Yolanda Pérez González, quien ha compartido 50 años de su vida con Escalante, e incluso, los sucesos del 12 de octubre de 1971, porque se habían casado el mes anterior. Fruto de ese amor son sus tres hijos, de los cuales, las dos hembras son licenciadas en enfermería.
Es 12 de octubre de 2021 y en Boca de Samá la vida sigue su curso, sin perder la memoria porque como sentenció José Martí, ¨…es en vano pedir que la memoria arranque de sí lo que la indigna¨. Razón suficiente para continuar reclamando, desde todos los escenarios, que cesen el bloqueo y el terrorismo de Estado contra Cuba.
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