El Triunfo de la Revolución bajo el liderazgo de dos gigantes del Ejército Rebelde, los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, significó muchas cosas para los cubanos dentro de un ambiente libertario, logrado por un grupo de jóvenes soñadores liderados por ellos.
Una de ellas, y quizás no profundizada es que inició una psicología de la victoria y del heroísmo. Lo que podemos considerar como un nuevo tipo de épica en las representaciones colectivas que dominaría a gran parte de la sociedad cubana durante muchos años, donde a la grosera realidad de la represión el escritor Alejo Carpentier reflejaría su impresión en una de sus novelas: “Miro y vuelvo a mirar a estos hombres de la Sierra y me parecen como gente de otra raza... Acaso una raza nueva capaz de hacer algo nuevo”. 1
Fidel Castro le ordenó a Raúl: “Mira, vete para Oriente y yo me hago cargo del Ministerio de las Fuerzas Armadas con el Jefe del Estado Mayor, vete para allá, ve organizando el Ejército Oriental, que si salvamos Oriente, salvamos a la Revolución’’. 2
Al respecto, Raúl aseguró: “Fidel me mandó para Oriente y me dijo: Si salvamos Oriente, salvamos la Revolución. Vete para allá, yo me hago cargo del MINFAR con Sergio del Valle (Comandante, entonces Jefe del Estado Mayor General). Dedícate a organizar el Ejército Oriental, es mucha la importancia de su territorio, de sus montañas, y por la presencia de la base naval de Guantánamo”. 3
Precisamente sobre Fidel, el General de Ejército expuso “Fidel está aquí porque hace falta, porque la nave de la Revolución necesita un timonel como él, para que los traidores no puedan detener la maquinaria de su Revolución, para que los traidores no puedan desviar el curso de la nave de su Revolución. Para cumplir el cometido de nuestra Revolución, hace falta Fidel”. 4
Para homenajear a su hermano de sangre y combate, Raúl no desaprovechó ninguna de sus presencias en alguna: “Fidel está dondequiera que se trabaje, Fidel espiritualmente está dondequiera que la Revolución avance. Fidel está dondequiera que una intriga se destruya, dondequiera que un cubano se encuentra laborando honradamente, dondequiera que un cubano, sea el que fuere, se encuentre haciendo el bien. Dondequiera que un cubano, sea el que fuere, esté defendiendo la Revolución, allí estará Fidel”. 5
“Si Fidel Castro es hoy el líder más popular, más conocido y que más entusiasmo y adhesiones despierta en toda la América Latina, se debe no solo a la lucha armada de años, sino también y principalmente a que el poder revolucionario instituido bajo su dirección reivindicara resuelta y firmemente la soberanía nacional. Castigó severamente a los torturadores, asesinos y criminales de guerra. Inhabilitó a los políticos venales y traidores, a los dirigentes sindicales corrompidos, cómplices de la tiranía, y les confiscó sus bienes robados al pueblo. Disolvió los órganos del poder reaccionario, emprendió de inmediato medidas radicales de beneficios populares y sobre todo y ante todo la Ley de Reforma Agraria radical”. 6
Ciertamente aquel sentido de la victoria y el heroísmo pertenecía a un grupo relativamente reducido de combatientes del Ejército Rebelde y la clandestinidad. Estos habían argumentado en emboscadas y acciones urbanas la oposición colectiva hacia la dictadura. Eran los héroes y se les miraba como tales.
Pensamiento y confianza de Fidel en Raúl
No puede resultar más elocuente, más creíble y más categórica la proyección del pensamiento de Raúl Castro en la trayectoria de la Revolución Cubana, avalados por su conducta firme y leal, la cual se corroboró en varias ocasiones por el Comandante Fidel, cuando expresó públicamente su parecer y las cualidades del General de Ejército.
En plena etapa naciente de la Revolución cubana, el 21 de enero de 1959, en un acto público frente al Palacio Presidencial, el líder indiscutible de la revolución expresó:
“Le voy a proponer a la dirección del Movimiento 26 de Julio que designe al compañero Raúl Castro como segundo jefe. Lo hago no porque sea mi hermano, que todo el mundo lo sabe, sino porque lo considero con cualidades suficientes para sustituirme en el caso que yo muriera en esta lucha. Porque, además, es un compañero de firmes convicciones revolucionarias que ha demostrado su capacidad en la lucha; que fue de los que dirigió el ataque al Moncada y el II Frente Frank País, demostrando capacidad como organizador y como militar”.
En otra oportunidad, comentó: “Y Raúl es un compañero que tiene sus criterios , sus opiniones, su carácter y su forma de ser y, por cierto, es un individuo muy diferente de ese Raúl que ha querido pintar la propaganda enemiga. Todo el que llega a conocerlo, a intimar con él se da cuenta de su humanismo, de su gran calidad y de sus sentimientos; se sorprende de un Raúl que le han pintado belicoso, agresivo, duro, cuando ven los sentimientos de amistad, de cariño y afecto que es capaz de tener por la gente. Y ha sido un gran formador y un gran educador, porque creo que el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias ha sido la mejor escuela de formación de cuadros que nosotros hemos tenido, con mucho rigor y con mucha exigencia”.
Como interesante colofón sobre este aleccionador tema, Fidel en la propia entrevista que en 1992 concedió al Comandante sandinista y excelente poeta Tomás Borges, resumió que “Raúl ha sido realmente el segundo al mando de la Revolución en todo este período revolucionario. Yo digo que Raúl no se ha destacado más porque ha tenido la sombra mía, es mi opinión; porque para que la gente se destaque más es necesario que pueda tener el ámbito donde poder demostrar todas sus capacidades o todas sus cualidades”.
Hombres de la talla de Fidel y Raúl llenan de infinito orgullo a nuestro pueblo que cada vez se agrupa más alrededor a la figura de ambos líderes, aunque ya no se encuentren al frente de la nación.
Nuestro pueblo cada vez se agrupa más alrededor de los líderes que supieron conducirnos en los momentos oscuros hacia la victoria, y gracias a los cuales nuestro pueblo ha de llegar, sencillamente, a donde el pueblo cubano le dé la gana de llegar. No adonde les interese a los imperialistas.
Como un hecho irrebatible nuestra población de agradecidos distinguen con una mirada profunda que en Fidel y Raúl confluyen los rasgos y las virtudes que debe reunir un conductor de pueblos y que en síntesis son la absoluta identificación con los intereses sociales y progresistas al mostrar profundos conocimientos políticos, elevada cultura, dada no solo por una vasta preparación profesional, sino por su dimensión más abarcadora, en el marco militar e ideológica; modestia y sencillez en el trato, capacidad para formular con precisión sus ideas y habilidad para trasmitirlas.
Junto a ellos y bajo el influjo de sus singulares personalidades se han formado, como es conocido, numerosos cuadros revolucionarios.
Por todo esto y mucho más, dedicamos nuestro eterno reconocimiento a los líderes de la Revolución cubana y, en especial, para nuestro General de Ejército en su noventa cumpleaños.
Fuente:
- Alejo Carpentier, La consagración de la primavera, Editorial Letras Cubana, La Habana, 2001, p. 417. Tomás Borges:
- Entrevista realizada al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, por la periodista Talía González Pérez, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, el 31 de diciembre de 2008, "Año 50 de la Revolución”
- Un grano de maíz, pp. 248 y 249, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1992.
- Discurso en la concentración campesina para conmemorar el VI aniversario del asalto al cuartel
- Discurso en el acto conmemorativo por el levantamiento del 5 de septiembre de 1957, 5 de septiembre de 1959, en periódico Revolución, 2da. ed., La Habana, 7 de septiembre de 1959.]
- [Conferencia “El mensaje revolucionario de Cuba”, Casa de las Américas, 11 de septiembre de 1959, en periódico Hoy, 16 de septiembre de 1959, p. 2.]
(7) Tomás Borges: Un grano de maíz, pp. 248 y 249, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1992.
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